5 señales de un vendedor que sabe negociar

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¿Has pensado en el tipo de estrategia que sigues en el momento de la venta? Aquí hay algunos consejos que pueden ayudarte

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Si ya has participado en algún tipo de negociación, muy probablemente has escuchado la frase “ni para mí ni para ti, vamos a hacer un mitad y mitad”. Ésta es una táctica básica, sin embargo, el vendedor profesional no necesita ceder en la secuencia. El que sabe negociar, de hecho, opta por cambiar una concesión por algo que garantice beneficios tanto para si como para el cliente, de modo que todos alcancen sus objetivos y, principalmente, sus intereses.

El vendedor en el papel de negociador profesional puede adoptar diferentes estilos en la misma negociación. Existe el competitivo, que se centra sólo en sus intereses y ganancias; el concesionario, aquel que renuncia de muchas cosas para agradar al cliente; el evasivo, el cual pospone el siguiente paso, dependiendo de la situación, y pide algún tiempo para pensar; el conciliador, que intermedia el “ni para mí ni para ti”; y el estilo colaborativo, que se enfoca tanto en su interés como en el del otro.

¿Y cuál de esos estilos es el mejor? La respuesta es muy simple: depende de tu estrategia, objetivo y tácticas a utilizar con los interlocutores.

Para tener en cuenta

A continuación, nombro cinco signos fundamentales de un vendedor que sabe negociar:
1) No cede inmediatamente: La velocidad de las concesiones está relacionada con la importancia que el cliente demuestra para comprar un producto o servicio. Es decir, un buen negociador no cede sólo porque el cliente apretó, sino cuando identifica que eso también puede ser algo ventajoso para ti. La sugerencia es hacer compensación, es decir, cambiar una concesión por algo.
2) Racionaliza: Generalmente, la negociación se vuelve emocional, pues comercializamos con personas. Sin embargo, el vendedor profesional puede ver la negociación como un proceso, así, administra el miedo de perder y la ansiedad de ganar, con estrategias para cerrar el acuerdo.
3) Investiga bien: El buen profesional evalúa minuciosamente cuáles son las necesidades reales, el interés real del cliente. Por lo tanto, tiene acceso a la información que necesita y sabe qué táctica utilizar para cerrar el negocio.
4) Identifica dónde puede ceder: Para alcanzar el objetivo, es necesario listar cuáles son los ítems negociables en una negociación. ¿Será el precio? ¿El tiempo de garantía? ¿La cantidad? Al tener todos estos aspectos definidos, el vendedor sabe cuáles son sus mejores estrategias.
5) Tiene un plan B e identifica al cliente: Y si el consumidor no acepta la propuesta, por mejor que sea, ¿cuál es el plan B de él? ¿Y cuál es tu plan B? El negociador busca otras opciones para fortalecer los acuerdos.

¡Piensa!

Negociar es la principal actividad de un vendedor. Pero muchos tienen miedo al rechazo, y la ansiedad no los deja racionalizar durante el proceso. Así, demuestran incertidumbre y otros sentimientos que pueden provocar tanto la desistencia del cliente como el cierre de un negocio que no es interesante.

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Para evitar las equivocaciones y la inseguridad, la capacitación es fundamental: bien entrenado, un vendedor profesional enfrenta con tranquilidad todas las situaciones del día a día de trabajo.

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