¿De qué te estás quejando? ¿Captaste bien el mensaje?

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Observa tus actitudes como empresario, como emprendedor, y vas a darte cuenta que la crisis existe en nuestro sector por causa de nuestra retracción 

La música es nuestro negocio. Y la música no tiene crisis. Me encanta observar a las personas cuando dicen que leyeron este o aquel libro importante para administrar su negocio: Estrategia del Océano Azul, Empresas Hechas para Vencer, Jack Welch, Estrategia Competitiva, Inteligencia Emocional, Lo Esencial de Drucker, y otros del estilo…
Me encanta observar, también, que no aplican nada de lo que leyeron.

¿Quieres un ejemplo?

Uno de los libros más citados es el fantástico El Arte de la Guerra, que, al contrario de lo que mucha gente imagina, de guerra no tiene nada. Todo el mundo adora decir que leyó ese libro y que le pareció increíble. Pero, ¿será que entendieron el contenido del mensaje?

Pasemos a una pequeña, y extraordinaria, cita del libro:

“¿Qué puede causar la derrota?
— No calcular con precisión la fuerza del enemigo
— Falta de autoridad
— Entrenamiento imperfecto
— Ira injustificable
— No observar la disciplina, e
— Incapacidad de usar a hombres elegidos”.

¿Captaste bien el mensaje?

Sólo el último ítem, “incapacidad de usar a hombres elegidos”, derrumba prácticamente a 95% de las tiendas del sector de instrumentos musicales.

La gran mayoría de los vendedores, frente al cliente, actúa con extrema individualidad, propaga ideas propias, se vende, y no vende el producto, el servicio, aquello que realmente interesa para el éxito del negocio en el cual él mismo trabaja, que alimenta la vida del colaborador.

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¿El origen de todo eso?

El “espejo” que la gran mayoría de los gestores de nuestro sector tiene. Vamos a enumerar:

1. Cubre siempre el presupuesto de tu competencia. No hagas cálculos, ten siempre el menor valor para tus instrumentos musicales.
2. No inviertas en entrenamiento de tus colaboradores.
3. Nunca promuevas investigación de mercado, investigación de satisfacción de tus clientes, investigación de posventa. Es más, investigar es ‘lo menos’.
4. Que no te importe la calidad de la decoración, de las estanterías, de las vitrinas, del layout de tu tienda.
5. Promete, promete, promete… Promete aquel precio especial, promete entregar mañana lo que es imposible, promete informar sobre las novedades, promete hacer el pedido de aquel instrumento especial, promete, promete.
6. Nunca uses software de gestión, de controles y, principalmente, de flujo de caja.
7. Gasta como quieras los ingresos de tu tienda. Al final de cuentas, ¡la tienda es tuya!
8. Investiga la vida de tu competencia. Busca información sobre ella, cómo actúa, preocúpate por saber hasta qué tipo de comida, ropa, zapatos y automóvil prefiere.
9. Marketing, propaganda y divulgación, ¿para qué? Es pura pérdida de tiempo y dinero.
10. No hagas nada para tu cliente. Al final, le estás haciendo un favor. Él necesitaba un instrumento musical y, oh, que increíble, tu lo tenías…

Prácticas correctas

Conclusión: ¡estudiar mucho es en vano! Por lo tanto, pon en práctica todo lo simple que aprendiste en la vida y observa los seis preceptos de Sun Tzu en El Arte de la Guerra.

¿El resultado? Paz en tus negocios, en un océano azul, sin tener que perder tiempo con lecturas de tenor dudoso (que al final ni utilizas…).

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