¿Empleados o colaboradores?

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¿Empleados o colaboradores?
Uno de los principales desafíos de las empresas modernas es el de proveer el apoyo necesario para que sus empleados se pongan la camiseta de la empresa.

En la práctica, eso significa que las empresas están cambiando antiguas orientaciones, impuestas de arriba hacia abajo, y creando mecanismos para que todos se sientan libres y motivados a colaborar.
Best Buy, gran líder de ventas de productos electrónicos en el mercado norteamericano, está haciendo exactamente eso. Creó una empresa de servicios, con el fin de agregar valor a sus ventas; con una visión totalmente diferenciada de la de una organización tradicional. Su líder percibió que imponer una estrategia idealizada sólo por la alta gerencia era improductivo e ineficaz. Decidió, en cambio, descubrir cuales serían los planes de acción  sugeridos por sus empleados,  dándoles una oportunidad única para expresar y discutir  sus propias ideas. El resultado es que la empresa no sólo se convirtió en una referencia de innovación en los servicios ofrecidos, sino que  alcanzó el liderazgo de mercado en poco más de cuatro años de existencia.

Esa historia nos enseña que de nada vale elaborar el mejor plan de acción  de ventas o marketing del mundo, si este no se comparte desde su concepción, por todos los empleados de la empresa. El plan ya nace así destinado al fracaso,  dado que, en la mayoría de los casos, los empleados sólo fingirán que lo están utilizando.  Es justamente tal como declaró el presidente de la empresa de servicios de Best Buy: “Muero de miedo de desperdiciar tiempo y energía intentando inducir a las personas a hacer algo que no quieren”.

Este problema es muy común en los  procesos e incluso en algunas tareas pequeñas que son  impuestas  de arriba hacia abajo, y que no se discuten previamente con el grupo responsable de tales actividades. Esa estructura de comando y control explica el porqué de la existencia de tamaña insatisfacción en el trabajo hoy en día.

     Para que los empleados se conviertan en colaboradores comprometidos con la empresa, es necesario crear una nueva forma de trabajo, auto-organizativa, en la cual los procesos centralizados den lugar a formas más espontáneas y descentralizadas de colaboración masiva. Existen innumerables herramientas para instrumentar esa colaboración de grupo. Es el caso de la estrategia de Google, al dejar que sus empleados dediquen el 20% de su tiempo a proyectos personales. El objetivo de Google fue el de aumentar la creatividad y generar innovaciones, a punto tal que su CEO constató que la mayoría de las ideas de los productos de la empresa, provienen de ese 20% de tiempo utilizado para proyectos personales.

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La colaboración masiva es un proceso mucho más abarcador que unas simples reuniones sobre metas de ventas o problemas de soporte al cliente, como creen muchos líderes. Ese nuevo tipo de colaboración se hace diariamente y en todo  momento, ya que las personas no tienen una hora o un día fijos para tener ideas.  Los empleados necesitan tener la libertad y la confianza de saber que sus ideas serán escuchadas y respetadas, y que, cuando se implementen, ellos serán  recompensados por la empresa.

    La actual economía competitiva ya no nos permite más que desperdiciemos el talento y las ideas de nuestros colaboradores. Aún sabiendo que transformar un empleado en colaborador no es una tarea ni fácil ni rápida,  existen muchos beneficios que surgen de esta acción.  Finalmente ¿quién puede medir el valor exacto de una idea?

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