Guía práctica de combate a la ansiedad
¿Serán las señales que vemos en el horizonte una prueba de que lo peor ya pasó en la economía? Sería bueno,¿no? Qué estrago esta vez
Pero ¿y el estrago mayor causado dentro de cada uno de nosotros, empresarios, empleados y visionarios? Aquel bichito limitador de ideas, comedor de uñas y estimulante de noches sin sueño… La ansiedad.
Nada muy fuera de lo común para quien vive en el universo de las ventas respecto a tener que lidiar con la ansiedad que generalmente se hace presente en dosis bestiales. Diversos consejos de cómo lidiar con esto están por toda Internet y, así como receta casera para la gripe, todos tienen una solución que produce resultados seguros.
Pues bien, vamos a aprovechar los vientos que parecen soplar a favor para discutir esto de manera certera. Lejos demás de querer practicar psicoanálisis o siquiera replicar un psicólogo, pero, de ansiedad en ventas yo, modestamente, entiendo bien.
No discutiremos causas, fobias, síntomas ni características de personas ansiosas, eso cabe a cada uno de nosotros, entender de la manera que sea más saludable, pero iremos a tratar algunos casos prácticos.
Simple y real
Recientemente, practicamos junto al equipo de ventas de Equipo (empresa en la cual trabajo) un ejercicio de dinámica en grupo donde verificamos que la ansiedad es común a todos y en diversos niveles. Y entendimos que, al proponer algunos caminos, encontramos soluciones prácticas. El momento de mayor ansiedad en las personas se da al tener que ejecutar algo o alguna tarea no deseada y por la cual algún incómodo pasado limita su capacidad.
Ya he oído: “El control de la respiración es fundamental”. Sí, concuerdo. “Piensa solamente en cosas buenas”. Hmmm OK; pero tarde o temprano tendré que volver al asunto que me causa “pánico”. Entonces ¿qué tal traer el problema a flote y desafiar estas condiciones? Por ejemplo, muchas personas tienen miedo de hablar en público. Y generalmente la razón de eso es la importancia que esta persona da a la opinión y sentimientos de los oyentes. Y más aún, la opinión que éstos tendrán de él. En la vida cuanto más simples son las cosas mejor acaba saliendo todo. Entonces si tienes problemas para hablar en público apenas preocúpate por decir cualquier cosa de manera simple y que todo el mundo entienda. Practica tu discurso en casa: ¡con un vecino, pariente o en el bar!
Ansiedad en la venta
Ya en ventas, la mayor ansiedad es aquella que insiste en decirnos que el cliente dijo“no” mucho antes de eso suceder. Apenas piensa por un instante: el“no” ya lo tienes. Entonces¿porqué no hacerte entender con una conversación simple y modesta, tomando sólo cuidado para no dejarte llevar por el tiempo, y ofrecer cosas que nunca pensaste poder ofrecer?
Pasemos a mi famosa lista de los cincoconsejos para contener la ansiedad en la venta. Respiraprofundo.
1. Sé atento y directo. Tenen mente que tu interlocutor sólo quiere entender lo que dices. Él sólo va a decidir después de oírte. Practica un discurso inicial corto, puntual y objetivo al buscar una venta vía teléfono. En un ambiente abierto al público, explica con claridad, al cliente, tu disposición en ayudarlo.
2. Tienes que saber qué ofrecer. Sea por tele ventas o cuando un cliente entra en la tienda y hace preguntas de manera genérica (tipo: ¿qué guitarras tienes? o,¿qué batería buena puedes ofrecerme?), ¡él puede estar más ansioso que tú! Pregunta de manera tranquila: ¿qué faja de precio él está dispuesto a pagar? ¿Él prefiere marca o más recursos? ¿Y la venta complementaria? ¿Accesorios? ¿Competencia? (si fuera el caso). Explica: “con estas respuestas consigo proporcionarle opciones que pueden satisfacer directamente su búsqueda”. Y finaliza: “De esta manera lo atiendo mejor y con eficiencia”.
3. Hazte entender. No uses jerga o lenguaje muy formal. Sólo sé tú. No busques imitar la forma de hablar o el tono de voz de tu cliente. Escucha y pregunta, responde y espera. Muévete de manera tranquila y firme. ¡No corras, pues, eso afecta tu respiración y consecuentemente aumenta tu ansiedad!
4. No te precipites en finalizar la venta. Mantén la calma. Al teléfono, cuenta una pausa pequeña y en caso de estar en la tienda observa los ojos de tu cliente. ¿Dónde él fijó su mirada? ¿Qué más llamó su atención? Pregunta: “¿Desea ver algo más? ¿Puedo ayudarle con alguna otra cosa?”.
5. No te distraigas. En un ambiente de trabajo, diversos son los factores que causan distracción. Contrólalos. Mantente enfocado en estar siempre al frente de tu cliente para que pueda entender en caso que pregunte algo. ¡Ojos fijos en la presa! Al teléfono, di palabras positivas: “¡Sí! Puedo ver si consigo algo más”, “Claro que es posible intentar… Déjeme ver qué podemos mejorar”, e inclusive en las negativas (donde es necesario decir no) usa expresiones del tipo: “Me gustaría poder hacer eso, pero…” o sino“¡Sí! Eso sería lo ideal. Sin embargo…”
Ningún tipo de ansiedad es imposible de “domesticar”. Considera ese sentimiento como una mascota. Ten la mejor convivencia posible con él y a veces sabe dar el comando de basta. El control emocional nos saca de muchos aprietos. ¿Ya pensaste porqué al escribir, generalmente, somos más precisos y directos que al hablar?(¡Confieso estar trabajando mucho en eso!). Respira profundo y vamos a la lucha. ¡Hasta la próxima!