Musical House

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La crisis argentina del 2001 fue un período  muy difícil, pero Musical House tuvo la buena fortuna de contar con proveedores que no abandonaron el barco como Yamaha.

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Para lograr el éxito en el negocio de la música, el hecho de ser músico no es una condición prioritaria. Abrir una tienda, contratar profesionales, comprar e importar, hacer publicidad, invertir, vender, nada de esto exige conocimientos acerca del universo de las notas, claves y melodías, entre otras cosas. Sin embargo, si los que se involucran en el negocio son músicos, la cosa resulta mucho más sencilla y profesional. Fue exactamente eso lo que ocurrió con Musical House, una tienda de instrumentos musicales, ubicada en el barrio de Belgrano, una de las zonas  más movidas de Buenos Aires, en Argentina.

Su fundador, Daniel Larraburu, un pianista enamorado de la música, creyó y apostó  a su pasión y así la convirtió en un excelente negocio. Desde hace 10 años, Musical House, recibe a todos sus clientes con un equipo de ventas que sabe de música. Dos personas bastan para atender el local de Belgrano: Diego Pérez, el encargado y bajista y Alexis Barisonzi, el vendedor y guitarrista. El equipo se completa con un cadete, quien además es baterista. Todos saben muy bien de lo que hablan porque cuando cierran el negocio, siguen viviendo su pasión a través de los ensayos de sus respectivas bandas.

“Que seamos todos músicos es una ventaja para el negocio, pero también hay que aprender todas las cuestiones comerciales, Se trata de una combinación de ambas cosas, ese el secreto” afirma Diego Pérez y continúa: “Hay que capacitarse para vender cada uno de los productos; es muy importante conocer el producto que uno vende. Tenemos que leer más manuales de los productos que uno no  domina.”

CRISIS DEL 2001: AYUDA

Aunque sea una tienda relativamente joven, Musical House, ya vivió los peores momentos de la Argentina: la crisis del 2001. En el preciso momento en que Diego Pérez se unía al equipo de ventas, la caída de los bancos y la devaluación dejaban a todos perdidos y quebrados. “Fue una época muy difícil pero tuvimos la suerte de trabajar junto a proveedores que nos ayudaron”, declara el encargado de ventas.

Yamaha, de la que Musical House es representante y el distribuidor que más vendió en el año ’99, fue una de las empresas que creyó en la recuperación del segmento y nunca cambió su listado de precios durante las épocas difíciles de la Argentina. Diego cuenta que Yamaha los apoyó en todo momento: “Eran casi los únicos productos que circulaban. En ese momento los productos importados se reemplazaron por productos nacionales, algunos de empresas nuevas. Pero las empresas buenas, nacionales, son las más viejas. Es el caso de Guitarras Gracia, que, de las nacionales es la más importante en guitarras clásicas; antes era todo importado.

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El crecimiento más grande comenzó a partir del 2004. Al estabilizarse el dólar, la confianza de la gente y el crédito volvieron y la cosa cambió de golpe. Ya en el 2005 Musical House logró un crecimiento del 30% en relación al año 2004. “Y en el 2006 también crecimos bastante, aunque todavía no tengo las cifras”, dice Diego.

“El local nos quedó chico, con toda esta reactivación necesitamos más espacio” continua Pérez. Daniel Larraburu ya tiene otra tienda en la misma zona, dedicada solamente a pianos acústicos y eléctricos de la marca Yamaha. Se está pensando en una ampliación pero la estabilidad es un tema que genera desconfianza a la hora de expandirse. “Sin embargo vemos gente que se amplia. Tenemos confianza, notamos el crecimiento pero estamos ‘sensibles’.”

El público de esta tienda está compuesto en su mayoría por adolescentes y rockeros de toda edad por un lado y por el otro lado, los profesionales, que a la hora de comprar siempre saben lo que quieren. El público joven necesita otro tipo de atención. Primero vienen solo a ver e informarse y después vienen los padres a efectivizar la compra.

Musical House tiene muchos clientes de años; la zona es de gran circulación  de gente. Los sábados son días de lleno total, el negocio está abarrotado de gente entre las 15 y las 20 hs.; las tiendas de Talcahuano, la calle de la música, están cerradas en ese día y horario.

El uso de Internet como consulta es fundamental para los clientes del interior del país, dada la vastedad geográfica de la Argentina, pero en general los clientes llegan hasta el local de Musical House para cerrar los tratos. Uno de los puntos a mejorar, según Diego Pérez,  es la página web de la tienda: “Seria ideal mostrar todo el negocio, ya que sólo se muestra un 10% de los productos que tenemos aquí”.

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Y finaliza diciendo Diego: “La idea de la empresa es mantener el espíritu musical, artístico que  siempre tuvo. Nos gustan los instrumentos, somos todos músicos, una familia de músicos.”

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