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Platillos y cajones tierrapiano

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Desde Buenos Aires, tierrapiano ofrece sus propias creaciones de platillos y cajones para el mercado local, enfocadas en las necesidades de los músicos argentinos.

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Tierrapiano es un emprendimiento nacido en 2003 en la terraza de una casa argentina. En 2008 alcanzó un pico de actividad de la mano de la moda del “cajón flamenco peruano”, lo cual permitió instalar una planta de producción profesional en la zona de San Martín, Buenos Aires, con espacio y características para proyectar la fabricación de más instrumentos de percusión. En 2010 comenzaron a investigar sobre la fabricación de platillos que finalmente, con una gran inversión en tecnología metalúrgica, salieron a la venta en 2015. “Actualmente los platillos tierrapiano son reconocidos en el ambiente profesional y se venden a un precio muy competitivo”, comentó Emilio Trevisan, trabajador y creador de la empresa.

Con sus cuatro empleados, hoy tierrapiano produce platillos para baterías y una línea de cajones con diversos sistemas de bordona. Esos productos son construidos íntegramente en Argentina “a partir de las materias primas más básicas y con las mejores y más eficientes tecnologías a fin de entregar productos de alta calidad, tanto en su sonido como en su precio al público. En tierrapiano todo se fabrica dentro del taller, sin tercerizar y sin piezas prefabricadas o compradas, fundición, laminación, carpintería, pintura, tornería, prensado, lijado, ajuste, martillado, etc., cuanto proceso se pueda hacer para evitar costos y relaciones fuera de la fábrica, se hace, por más esfuerzo que lleve. Esto realmente favorece mucho la personalidad del producto, su precio e independencia económica de factores externos”, explicó Emilio.

Y continuó diciendo que: “Fabricar platillos era algo obvio e inevitable. Me crié en una fundición siempre muy nerd, curioso del audio, la tecnología, la música. Mi padre, doctor químico metalúrgico en no ferrosos, sería la persona con la formación más específica para enfrentar los retos que presenta construir estos redondos de bronce. En el mundo no existe una escuela de cómo hacer platillos, las fábricas grandes y pequeñas de Estados Unidos, Canadá, Suiza, Turquía o China, todas utilizan métodos completamente distintos para llegar al platillo de bronce para baterista, mientras sea de bronce redondo con buen sonido y buen precio todo vale para fabricarlo”.

Platillos y cajones

La empresa continúa basando su producción en los cajones y platillos, como dijo Emilio: “Actualmente, y por lo menos en los próximos 10 años, el foco estará puesto en desarrollar más líneas de platillos hasta satisfacer las necesidades por completo del mercado local”.

Hay 12 modelos distintos de platillos disponibles de hi hats, dos modelos de crash, uno de crashride, tres modelos de splash en distintas medidas y tonos. Además, hay tres modelos de cajones “que son el resultado de una ya muy larga experiencia de permanencia en el mercado. En algún momento llegó a haber 14 modelos de cajones. El tiempo y las ventas concluyeron en tres como los favoritos y sobre ellos se trabajó hasta convertirlos en productos muy maduros”.

La metodología de trabajo siempre es producir variedad para que el instrumentista elija, en persona o a través del “showroom virtual”, donde se pueden encontrar videos de alta calidad de cada platillo con su número de serie. Esto permite desde cualquier parte del mundo hacer un pedido con la seguridad de recibir el mismo platillo que se ve en pantalla con ese sonido exacto.

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“Lo más importante es poder “sintonizar” con el promedio de lo que busca el comprador para poder capitalizar el esfuerzo de producir en ventas. Desde el punto de vista técnico de la producción, lo más importante es organizar y tecnificar los procesos a fin de no terminar volcando demasiadas horas de trabajo sobre cada unidad”, dijo.

Cabe destacar que la materia prima, tanto para los platillos como para los cajones, es proveniente de Brasil, “sea porque ahí se procesan y purifican o porque de ahí se extraen propiamente”.

Más sobre los platillos

Emilio contó que, en materia de Hi Hats, los modelos que están siendo más vendidos son los de 15” y en platos por ahora el “hit” es el crash/ride de 18”. “La tendencia es hacia los platillos grandes, tanto de la escuela tradicional como de la nueva moda de los platillos ‘dry’”.

Actualmente tierrapiano vende directo al público. “Los medios digitales y la inevitable inter-acción directa fábrica-comprador están haciendo una bandera de este método de distribución sin intermediarios”, explicó.
La empresa ya ha realizado algunas ventas también a otros países, de manera directa a compradores que buscan sus productos. “El foco por el momento está puesto en desarrollar más líneas de platillos, que en buscar horizontes fuera del mercado interno”.

“Creo que en materia de platillos hay un umbral de calidad de sonido a partir del cual ya rigen los gustos y necesidades de cada músico. Los platillos tierrapiano cruzan ese umbral al igual que cualquier marca conocida”, destaca. “Podría hacer una analogía socarrona: si las grandes marcas son Coca-Cola, yo soy un hippie que hace jugos naturales en su casa, pero ojo, los jugos del hippie pueden ser más ricos y más baratos que la Coca. ¡Habrá que probarlos!”.

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Hablando sobre los destacados, Emilio dijo que su Hi Hat de 14,7” es sin duda uno de ellos. “No es un modelo nuevo, pero siempre me gusta decir que un producto no es sólo lo que se ve físicamente, sino también un montón de compradores felices con lo que llevan, y en el caso del Hi Hat tierrapiano de 14,7” es eso lo que ocurre. Los compradores y sus experiencias lo determinaron así”.

Hecho en Argentina

Argentina ha vivido unos años tumultuosos pero la fabricación argentina en nuestro sector ha crecido a pasos agigantados. Emilio cuenta: “Este año se vive un derrotero importante en todo el comercio y mercado interno tanto de importados como de producción nacional, pero dentro de esta debacle el paradigma de dólar inaccesible genera que muchos músicos se fijen en la industria nacional por no poder pagar instrumentos importados. Ahí está la oportunidad de producir de manera eficiente para poder satisfacer esta necesidad y demostrar que realmente hay muchas cosas de gran calidad, precio, y un aspecto que siempre me gusta destacar: la identidad cultural. Este concepto se refiere a que el producto desarrollado en Argentina puede tener mucho más que ver con los gustos del comprador local que un producto traído de afuera, fabricado para el promedio de compradores del mundo”.

Con la idea de satisfacer los pedidos de los músicos locales, tierrapiano planea producir más y mejores platillos, siempre priorizando al músico argentino, sus necesidades, sus gustos tanto sonoros como estéticos. “Argentina es un semillero de buen gusto y originalidad en materia de música y músicos. Como fabricante es un deber acompañar y enriquecer este fenómeno”, dijo.

“Siempre hay que valorar a los músicos que confían en sí mismos, que pueden evaluar un instrumento por sus propios medios sin pre-conceptos ni prejuicios, que nunca se cansan de buscar, probar, comparar. Un artista es un ser que busca colores, combinaciones, formas, sensaciones. Para esa gente trabaja tierrapiano”.

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