Gestión
Casa Musical La Mezquita
Maurizio Blandino administra junto a su hermano y su madre Casa Musical La Mezquita, afamado local de instrumentos musicales, emplazado en pleno centro de Caracas. Se trata de una empresa familiar con más de cuarenta años de historia. El contexto de la crisis en Venezuela nunca fue motivo para que la empresa dejara de crecer. La salida fue la búsqueda de nuevas perspectivas fuera de Caracas y aún en el exterior, y el mejoramiento cada vez mayor de la atención al público de siempre.. Resultado: crece el negocio y ya piensan abrir un nuevo local.
En esta entrevista telefónica, Blandino nos cuenta todo sobre las perspectivas de crecimiento en el contexto de una economía nacional comprometida.
M & M: ¿Cómo se inicia Casa Musical La Mezquita?
Blandino: Comenzó mi padre alrededor de 1960. Él era un inmigrante italiano hábil para los negocios, un día compró instrumentos para hacer pruebas y de a poco fue creciendo. Previamente había pasado por varios trabajos hasta que comenzó con los instrumentos musicales, le fue bien y se quedó en el ramo.
M & M: ¿Y usted se incorporó al negocio familiar?
Blandino: Exactamente, la administración es netamente familiar. Mi padre falleció hace unos años, pero mi madre sigue a la cabeza de la gerencia y mi hermano y yo participamos como accionistas.
M & M: ¿Cómo surgió el nombre del negocio?
Blandino: Cuando mi padre compró el primer local, funcionaba allí una mueblería que se llamaba “La Mezquita”. No sé por qué motivo mi padre no le modificó la denominación. Muchos clientes dicen “me voy para La mezquita, ahí tienen precios muy buenos”. Y si alguno escucha, cree que uno se va para el templo. Ocurre que la gente se confunde: en una oportunidad, recibí una llamada telefónica del exterior: “queremos hacer un tour para recorrer “La Mezquita”, me dijeron. Resultaba extraño. A medida que la conversación se desarrollaba, caí en la cuenta de que mis interlocutores se referían al templo árabe mientras yo hablaba de mi negocio.
M & M: ¿Cúales son las características del mercado venezolano en este rubro?
Blandino: Tenemos un país con poca población, el mercado se mueve en la proporción de su tamaño pero siempre hay trabajo.
M & M: Venezuela pasó por distintas crisis en los últimos tiempos, ¿Cómo repercutió en el negocio?
Blandino: Se ha implementado un control de cambios que en el comienzo nos ha afectado muchísimo y al que nos estamos lentamente adaptando. En 2003, el cambio era de 1600 bolívares por dólar. En febrero de 2004, cambió a 1920 bolívares.. Y desde febrero de este año el cambio oficial es de 2150 por dólar.
M & M: ¿Qué tipo de medidas toman para encarar la crisis?
Blandino: Nos adaptamos a las circunstancias y a las exigencias del gobierno, para importar según la cantidad de dólares y permisos que nos dan. El problema es que no nos otorgan la suma de divisas que necesitamos y hay que rebuscárselas para poder cumplir con todo el mundo.
M & M: ¿Trabajan sólo con productos importados?
Blandino: Aproximadamente un 95% de nuestros artículos son importados, en su mayoría asiáticos, de China y Taiwán. Pero también de Estados Unidos, Brasil, de Italia y España.
M & M. ¿Qué sucede con la producción nacional?
Blandino: En el país se hacen instrumentos de muy buena calidad pero los costos para producir son elevados y se hace muy difícil competir con lo que viene del exterior.
M & M: ¿Cuál es la estrategia para mantenerse y crecer en este mercado?
Blandino: Hacemos hincapié en la atención al público, que la gente se sienta conforme, con un trato cortés y en un ambiente agradable. Así se ganan muchos clientes. Esta es la actitud que les exigimos también a los nueve empleados que actualmente trabajan con nosotros. En segundo lugar, tratamos de ofrecer buenos precios.
M & M: ¿Cuál es el perfil de los clientes de Casa Musical La Mezquita?
Blandino: Hay varios. Está el músico profesional que elige marcas específicas, ya tiene sus preferencias. Luego, el músico aficionado que está aprendiendo a buscar los mejores precios. En tercer lugar, el iniciado, que es el que necesita atención y guía en la selección del instrumento. Es ahí donde uno tiene que realizar la mejor asesoría, porque ese nuevo músico va a continuar su carrera, es un cliente potencial. Y por último está el ocasional, la persona que eventualmente compra un instrumento musical para animar una reunión, o hacer un regalo.
M & M: ¿Qué tipo de actividades realizan para promocionarse?
Blandino:. Tenemos un buen diseño de página en Internet que ha hecho que conquistemos bastantes clientes sobre todo de las ciudades de las afueras de Caracas y hasta del exterior.
Internet se ha transformado en una herramienta fundamental para cualquier negocio y nosotros estamos viendo los resultados. Es por eso que querríamos ampliar la capacidad de nuestra página, dedicarla mas a las ventas y al cliente, que no sea sólo un instrumento de carácter informativo.
M & M: ¿Organizan clínicas?
Blandino: A nivel de tiendas y distribuidores no se estila organizarlas. Sí lo hacen grandes marcas como Yamaha. En estos caso, les hacemos la promoción.
M & M: ¿Concurren a las ferias y muestras internacionales?
Blandino: Claro, asiduamente a la NAMM que nos queda cerca y nos conviene por la línea de productos con la que trabajamos. Y con menor frecuencia a Frankfurt.
M & M: ¿Qué perspectivas tienen a futuro?
Blandino: Hay bastantes posibilidades porque estamos saliendo de una crisis. Ahorita los volúmenes de importación y ventas son buenos. Tratamos cada día de organizarnos y ofrecer mayor variedad de productos a mejores precios. También tenemos pensado abrir otro local.
M & M: ¿Con cuantos locales cuentan actualmente?
Blandino: Dos, uno en el sur de la ciudad y este en el centro de Caracas que es el más importante, y es relativamente nuevo.
M & M: ¿Cuánto hace que están aquí?
Blandino: Llevamos unos siete años. Es un local amplio, de unos 250 metros cuadrados, el anterior no llegaba a los cien. El cambio significó un gran avance para nosotros
M & M: ¿Qué los llevó a tomar la determinación de mudarse?
Blandino: Necesitábamos organizarnos mejor administrativamente porque no teníamos oficinas. No había buena exhibición de instrumentos, ni buena iluminación. Este es silencioso, mejor decorado, más actual. Resulta que mis padres estaban renuentes a la mudanza. Accedieron un poco forzados por mi hermano y por mí, que tenemos criterios y modos de administrar más modernos.
Logrado nuestro propósito, empezamos a advertir la diferencias, captamos más clientes y mejoraron nuestras ventas. Nos dimos cuenta que los cambios son necesarios y provocan reacciones positivas. Siempre es bueno innovar y el público lo aprecia.