Divina Propaganda!

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¿Ya se detuvo a pensar en la eficiencia de la propaganda?

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Tuvo dudas alguna vez acerca de si un anuncio iba o no a funcionar? ¿Si valdría la pena invertir un montón de dinero en una estrategia de comunicación? Bien, existe un ejemplo milenario que prueba, sin que medie ningún milagro, que la propaganda funciona. ¡Dios! Eso mismo. Dios. Desde que su existencia fue divulgada, pocos se arriesgan a desafiarla. Es mas fácil para un gay salir del anonimato que para un no creyente declararse ateo.   Los prejuicios son mucho mayores.

-¿Cómo? ¿Usted no cree en nada? Preguntan los que no se conforman con el escepticismo de un ateo…Existen también los  que prefieren permanecer allá en las alturas:
– No estoy de acuerdo con ninguna religión pero creo en una fuerza superior que controla nuestro destino….
De hecho, nunca nadie lo vio, pero muchos creen que su presencia puede ser comprobada por una serie de cosas que nadie consigue explicar. Es lo inexplicable lo que acaba siendo la disculpa para todo. Si todo salió bien se trata un milagro, si salió mal, es un castigo de Dios. Yo mismo, un ateo convicto, considero un milagro escribir este artículo hasta el fin sin que la computadora se cuelgue.

Dios es el mayor “case” de propaganda de todos los tiempos. Y, sólo para permanecer concentrado en una vertiente religiosa (el Cristianismo) el mayor ejemplo de eso es la propia Biblia. Cada uno a su modo, los apóstoles escribieron sus versiones. Y, por milenios, el clero viene interpretándolas de la manera más conveniente a sus objetivos. Sólo recientemente el “evangelio” de Judas fue encontrado. Dejaron al hombre en la heladera por casi dos mil años. ¿Por que será? No importa, lo que cuenta es el “case” en sí.

¿Qué especialista en marketing político no soñaría en anunciar, una única vez, a un candidato que nadie vio pero que sería recordado por el resto de su vida? ¡Y sólo por el “boca-a-boca”!,¡Sería el quiebre de todos los vehículos de comunicación y de las agencias de publicidad del mundo”! Asumiendo la personalidad del “todopoderoso”, algunos publicitarios hasta lo intentan pero, como solamente incorporan su ego, acaban heredando únicamente su prepotencia. Lamentablemente, los milagros sólo ocurren en la ficción. Nunca tuve el privilegio de ser testigo de alguno.

Por eso mismo,  arremánguese y comience a escribir la Biblia de sus productos. ¡Nada cae del cielo! Si nadie conoce su existencia, jamás se interesarán por sus productos.  En lugar de esconderlos por algunos milenios y esperar que todo el mundo continúe hablando de ellos, muéstreselos a la mayor cantidad de “fieles” posible.  Y, por oposición a lo que ocurre con nuestra divinidad de allí arriba, procure no decepcionar a sus súbditos.

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¿Será así? Eeehhhh, no sé….  Bill Gates viene haciendo lo contrario desde hace años y continúa en el Olimpo. ¿Tendrá algún parentesco con el Hombre? ¡Pucha! Se colgó la computadora.. Creo que Él vio lo que estaba escribiendo… ¿Será culpa de Dios o de  Microsoft?

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