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Drawmer TS2. Acelera sin miedo.

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Manuel Valdés Guinea

PRECIO: 856.10 euros más IVA

Nos suele parecer imposible dejar una mezcla acabada, dulce, potente y que no suene a “cristal”, o que las tomas de voz no nos parezcan “pequeñas” y los bombos papeleros o soplones. Los aparatos que solucionan estos y otros problemas son los compresores, que nos acercan la señal al techo dinámico, suavizan los picos de ésta y nos proporcionan la presencia necesaria.

La compañía inglesa DRAWMER ha fabricado durante su larga existencia procesadores analógicos de alta calidad y renombrada fama (especialmente las puertas de ruido). En su catálogo figuran compresores como el 1960 ó el 1969 special edition que se sitúan entre los mejores del mundo. No es el TS2 un aparato de esta clase, donde medio millón de las antiguas pesetas es solo la tarjeta de visita, sino el intento de acercar al estudio medio el aroma de las grandes producciones, dando la posibilidad de un gran acabado y esa “autenticidad” que tanta falta hace en las “D.A.W.”.

Un buen compresor es absolutamente necesario para cualquier estudio que se precie de serlo, y, si normalmente podemos trabajar utilizando “plugins”, éstos no nos sacaran de mezclas pequeñas y tomas insulsas, reclamándonos a gritos algo que engrandezca nuestro estudio.

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La tentación de un buen compresor es muy alta y el freno principalmente es el bolsillo. He visto gastar fortunas en desguaces de viejas mesas NEVE para extraerles los compresores y los previos, y se puede gastar hasta para insertar uno en cada canal. Ahora solo nos queda ver si os rascaríais el bolsillo por el TS2…

DESCRIPCIÓN
El TS2 es un módulo de dos compresores en una unidad rack. Estos pueden funcionar uno a uno de forma dual, o como un estéreo donde cada canal mantiene su circuito a válvula separadamente. En principio, el compresor de cada canal es el clásico diseño por VCA y operacionales de bajo ruido (el sempiterno TL 072), resultando de por sí efectivo y con calidad. Dispone de controles de ataque y caída como el resto de compresores, pero con una primera gran diferencia, no vemos por ningún lado controles de umbral, de “knee” o perfil de entrada a la compresión, ni de cociente de compresión, encontrándonos a cambio un solo potenciómetro general de compresión reglado del uno al diez. He aquí la base del concepto que Drawmer traslada de sus “gran clase” a esta nueva serie, un concepto originario de las primeras épocas de los compresores, donde, como en los FAIRCHILD 660 de los 50

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