El rol del coach em las organizaciones
El rol del coach em las organizaciones
Las empresas recurren cada vez mas a este profesional para mejorar la actuacion de los demas
El coaching es una disciplina relativamente nueva, que consiste en facilitar los procesos para el establecimiento de objetivos y el cumplimiento de metas, tanto en el ámbito personal como en la empresa.
El término suena cada vez más en las organizaciones y entre las personas ligadas a su gestión. En realidad, es un concepto que proviene del mundo del deporte y, aunque no tiene una clara traducción al castellano, se refiere a una relación entre dos personas o entre una persona y una organización.
En este vínculo, el empresario -mediante la guía y el acompañamiento de su coach- aprende a pensar diferente y a profundizar en sus situaciones cotidianas. Se podría decir que el coaching es el arte de trabajar con los demás para que ellos obtengan resultados fuera de lo común y mejoren su actuación.
El Coaching Empresarial consta, básicamente de tres etapas. Como primera medida, el empresario es asistido por su coach para que él mismo pueda formularse las preguntas clave acerca de la situación que enfrenta. De tal forma podrá abarcar la situación de manera más comprensiva.
La segunda fase del coaching indaga acerca de los modelos mentales que llevan al empresario a plantear la solución de una determinada manera y no de otras. En esta etapa, el coach cuestiona ese modelo mental, lo que permite al empresario ratificarlo o encontrar un nuevo modelo para la acción. En esta etapa aparece la solución innovadora.
La tercera fase es el diseño de la nueva solución. Aquí, el coachee –el empresario- debe diseñar nuevas formas de relación con el entorno que lleven a que se creen las condiciones necesarias para que la nueva propuesta ocurra.
Qué, cómo y por qué
El coaching es un proceso interactivo y transparente en el que el coach acompaña a su cliente en el diseño de su futuro sin que el pasado lo limite en el desarrollo.
Si bien el coach es una pieza importante en esta gestión, la figura principal es siempre el empresario que decide involucrarse en un proceso de coaching.
Debe estar dispuesto a aprender, entendiendo al aprendizaje no como una acumulación de conocimientos sino como su incorporación y su aplicación posterior en acciones diferentes y recurrentes. El coach lo guiará, a través de conversaciones y en un plazo corto, por el camino correcto. No le dará soluciones sino que le enseñará a hacerse aquellas preguntas inteligentes que le harán encontrar las mejores respuestas. El coach trabaja desde el backstage (desde atrás del escenario), es decir que no es la estrella. Los logros son del coachee (el empresario, en este caso).
Un coach empresarial puede trabajar con su cliente en:
+ elección de socios
+ sus aliados estratégicos
+ su preparación para el liderazgo
+ registro de foco
+ registro de temas críticos de su actividad
+ armado del plan de negocios
+ identificación de visión y misión
+ diseño de objetivos y metas+ tablero de comando
El hijo como coachee
Muchas veces, no es el empresario quien necesita coaching sino alguno de sus hijos, ya sea su sucesor en la empresa, para adaptarse al nivel de exigencias de una nueva etapa en su crecimiento profesional, o bien, algún hijo que va a quedar fuera de la empresa familiar y necesita la preparación adecuada para triunfar en un nuevo ámbito.
A través del coaching, es posible identificar nuevos negocios y la mejor manera de realizarlos. Y preparar, además, a los líderes que los llevarán a cabo.
El coaching es mucho más que una herramienta para la gestión; es un modo de ser y de hacer cotidianamente, lo que lo convierte en un instrumento ideal en el manejo de las empresas y un elemento de valor incalculable tanto en el desarrollo personal como profesional.