Inflación ¿cómo hacer para enfrentarla?

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Inflación ¿cómo hacer para enfrentarla?
Cuando existen aumentos sucesivos en el costo de los productos, muchas tiendas deciden absorber los aumentos. Pero, esa absorción sin traspaso puede comprometer la salud financiera del negocio.

La inflación había dejado de formar parte de las reuniones de planificación financiera de las tiendas  del segmento de instrumentos musicales, hace ya muchos años. Uno de nuestros principales anhelos era poder vivir sin tener el dragón inflacionario rondándonos. Pero ahora el problema parece no tener origen en la ausencia de políticas económicas en los países de la región — son los movimientos de la economía global los que nos imponen duras condiciones de mercado, que colocan a la inflación nuevamente en el ring de nuestros empresarios.  

La explosión de los commodities y la presión sobre los consumidores
Los precios del acero y de los cereales explotaron.  Algunos commodities metálicos ya acumulan un aumento del 54% de enero a agosto de este año. El petróleo se vende por encima de los US$ 100 el barril. Todo eso afecta fuertemente a la mayoría de las economías del planeta y al poder adquisitivo de sus clientes. Esos aumentos sucesivos tienen — en parte — su origen en la demanda creciente de los países emergentes. Y,  como una especie de reverberación económica, las presiones sobre los precios se sienten especialmente en los países en desarrollo, en los que las familias destinan la mayor parte de sus ingresos para la adquisición de productos básicos. Eso es muy preocupante, ya que, cuando los consumidores pierden el poder de compra, ocurre un enfriamiento en el consumo, que constituye la fuerza motriz del crecimiento. En función de ese escenario, necesitamos analizar las implicancias en las finanzas y la necesidad de realizar ajustes al modelo de gestión de las tiendas.

Aumentos sucesivos y el desafío del traspaso de los precios
Siempre que tenemos aumentos sucesivos en el costo de las mercaderías vendidas, entramos en una zona de riesgo. En ese momento, muchas tiendas deciden absorber los aumentos, dada la dificultad que encuentran a la hora de trasladarlos a los consumidores. Pero, la política de absorción de los aumentos sin el traspaso correspondiente podrá comprometer toda la salud financiera de su tienda. Nunca se decida por esa estrategia. Tenga en mente que las ventas sin margen — sólo por el volumen de facturación —  lo llevarán al fracaso. Sabemos que muchos son los competidores que continúan con los precios antiguos, incluso después de renovar sus stocks con los precios reajustados.  Algunos afirman que eso es necesario para mantener la facturación dentro de las metas establecidas. Utilizar márgenes negativos es equivalente a despojar a su negocio de su propósito de existencia. Esa práctica le dejará una seguidilla de deudas y problemas que le costará años de arduo trabajo liquidar. Justamente por ello, es que estamos anticipadamente abordando la perspectiva de una inflación reflejada en el costo de las mercaderías  vendidas.

La gestión financiera en escenarios de inflación
Los principales elementos que se deben observar en un escenario de inflación inminente son: el presupuesto empresarial — también llamado budget —, el modelo de precios y la cadena de valor de los productos comercializados. El presupuesto empresarial es importante porque contiene la capacidad financiera que será usada para sostener la estrategia comercial y financiera de la tienda. El dueño o gerente de la tienda no puede decidirse por esta o aquella estrategia sin consultar cuan comprometido está su presupuesto.  No navegue sin esa brújula. El modelo de precios tiene que ser verificado en función del resultado que se pretende alcanzar. Una correcta precificación siempre presta atención a dos factores importantes: coherencia con el mercado y metas de rentabilidad. Cuando se consigue incluir en el modelo de precios una óptima combinación de esos dos factores, la inflación podrá ser un problema para su competencia, pero no para su negocio.
Finalmente, un análisis competente de la cadena de valor de los productos comercializados en su tienda, le permitirá prever problemas de abastecimiento, volatilidad en el precio de algunos productos y dificultades en las negociaciones con los proveedores de productos compuestos de materias primas cuyo precio ya está incrementado. Ciertamente, esa dimensión del presupuesto, de los precios y de la cadena de valor está consignada a los modelos de gestión profesional, independiente del tamaño de su tienda.
 
Como prepararse para el primer trimestre del 2009
Se ha comprobado que el primer trimestre de cada año — independientemente de que haya o no inflación— requiere austeridad financiera. De este modo, tenemos que utilizar el aumento de las ventas del último trimestre del 2008 para preparar una caja saludable para el primer trimestre del 2009. Esto implica mantener los gastos fijos al menor nivel posible. En el caso que usted perciba que el volumen de ventas está por encima de lo previsto, sea ágil y reduzca la inversión en promoción — preserve los márgenes. Empéñese en terminar el año con el mayor flujo de caja posible.  Aquellos que inicien el año con una baja dependencia financiera de recursos de terceros van  a usufructuar  una mayor competitividad mercadológica.

Los gestores del futuro poseen una visión a largo plazo
Cada vez es más importante para los gestores, el desarrollo de una visión a largo plazo. Como guía orientadora para los dueños o gerentes de tiendas que quieran desarrollar esa visión a largo plazo es el saber la respuesta a cuestiones como: 1. ¿Cuáles son las fuerzas motrices en el segmento de instrumentos musicales? 2. ¿Qué cree usted que sea lo incierto en este segmento? 3. ¿Qué es lo realmente inevitable en el segmento? y 4. ¿Cuáles son los posibles escenarios y como va a lidiar con ellos? Cuando consideramos por lo menos tres escenarios principales y nos preparamos para ellos, salimos de una condición obscura en relación al  futuro hacia una condición de visionarios. Hace diez años, los visionarios eran considerados locos. Actualmente, son apreciados por las  empresas, que incluyen en la planificación variables antes ignoradas. Prever el futuro no tiene que ser un ejercicio de predicción sino un ensayo del futuro.

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Y hablando del futuro, podemos cerrar esta nota dejando una recomendación adicional en relación al valor del dinero en el tiempo. Los consumidores son cada vez más dependientes de los instrumentos de crédito para alimentar y ampliar su capacidad de consumo. Eso los ha llevado a tener finanzas equilibradas en una tenue línea entre el deseo de consumo y la capacidad de pago. Ese deseo de consumo provoca una inflación en la demanda. Por otro lado, financiar esa concesión de crédito requiere una gestión del ciclo financiero. Haga de ese tema una importante métrica de desempeño. Prepárese para el futuro, cimente el éxito de su negocio con prácticas que puedan inmunizarlo, no solo contra la inflación sino, sobre todo, contra la gestión con márgenes  negativos.

 

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