Macson Amplifiers, es otra cosa

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Un error inicial marcó el desafío de un proyecto que se sostiene y apuesta a crecer. Mientras no teme enfrentarse con las grandes marcas, Macson Amplifiers se anima a desplazar a China y anuncia un producto novedoso que podría revolucionar el mercado.

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Cuando en abril del 2004 salieron al mercado con 150 unidades que se vendieron en un mes, la empresa Macson Amplifiers sabía que había tomado el camino correcto. Un suceso monumental pero un auténtico error de cálculo.  “Nos quedamos muy cortos con la cantidad.  Fue un éxito pero como nos equivocamos en la proyección estuvimos cerca de tres meses sin producto” comenta con serenidad Marcelo Augusto, presidente de esta fábrica de amplificadores que funciona a unos pocos kilómetros de la ciudad de Buenos Aires.

Este comienzo les dio la certeza que los dos años y los más de 100 mil dólares empleados en el emprendimiento estaban teniendo la respuesta esperada. El punto de partida de la sociedad fue el ingeniero electrónico Marcelo Augusto quien, poseedor del know how de cómo fabricar y desarrollar un producto y decidido a cambiar un pasado en el área de las telecomunicaciones, encontró en Daniel Trippar y su distribuidora, el  soporte financiero y el conocimiento del mercado para darle forma al proyecto que lo instalaría en el mundo musical.

“Daniel toca la guitarra y yo… el timbre (bromea Augusto)  pero esto fue un desafío, no podía ser que no tuviéramos en Argentina un desarrollo propio y que para hacer cosas en vivo con calidad,  los equipos se compraran en Estados Unidos o Inglaterra”.  Augusto ejemplifica: “Si la ley de gravedad es igual en todos los países y 2 + 2 da cuatro, acá y en China, evidentemente se tiene que poder hacer”, la misma convicción con la que define el objetivo de la empresa que apunta a  masificar la calidad.

FACTOR CHINA

Aunque nadie duda de los bajos precios de China, después de la inserción de este gran dragón oriental como manufacturero, las marcas ya no son lo que eran,  porque no representan al producto con el mismo índice de calidad. “No podemos, explica Augusto, competir contra un mercado de precios, somos una empresa todavía pequeña, pero sí podemos competir en la relación calidad-precio, porque es muy buena”.

En cuanto a precios, Macson Amplifiers cuesta un 20% más que los productos que se manufacturan en el país y un 30 % menos que los equipos de marca que se fabrican en China y vienen a la Argentina para ser vendidos. Para  la empresa, la clave es que la calidad de sus  productos es la de los más caros, pero compiten contra el precio de los más baratos. Pero Macson luce con orgullo otros méritos. Recibieron pedidos desde Europa con sólo publicar las especificaciones técnicas de sus equipos, y anticipan que en abril próximo, a partir del acuerdo con  la Distribuidora MSG, también de Argentina, Macson Amplifiers diseñará y producirá un mixer potenciado que MSG comercializará a nivel de distribución local. Con el acuerdo, la Distribuidora  deja de importar  de China este modelo de consola  que ahora será totalmente fabricado en la Argentina iniciando un proceso de sustitución que se incrementará en el futuro.

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Lejos de la masividad china y cerca de encontrar su nicho de clientes, el único reclamo del presidente de Macson Amplifiers para darle batalla a la movida oriental, es un pedido de equidad. “Los productos que llegan de China pagan 10,5 % de aranceles mientras los productos nacionales para estar en el mercado argentino deben pagar el 21%”, destaca Augusto.

TOP SECRET 2007

Comenzaron con amplificadores para guitarra eléctrica y están  a punto de lanzar los de bajo; se apoyan en el diseño con base científica para desarrollar los productos a los que conciben sin copiarse de nada. Para muestra hay que decir que tienen matrices propias hasta para sus perillas y que en sus talleres hay 1.000 metros de tela que hicieron fabricar para sus parlantes. Y mientras reciben elogios de los músicos, los verdaderos clientes de sus productos, continúan poniendo el acento en la calidad en cuanto a la seguridad, sin dejar de lado el tema del gusto.

Pero el motivo de los desvelos desde mitad del 2005 es un nuevo desarrollo que verá la luz recién el año próximo. “Estamos  trabajando en el desarrollo de un producto como los que vienen de China, totalmente  novedoso que resuelve un montón de inconvenientes -anticipa Augusto mientras se disculpa por no poder definirlo antes de que sea registrado- que solucionaría infinidad de problemas y que hoy no está siendo fabricado en el mundo por nadie”. En medio de la incógnita sólo pudimos saber que es un producto digno de ser fabricado por las grandes marcas, que tendrá una prueba piloto con 40 unidades distribuidas estratégicamente para hacer un testeo y que estará disponible en marzo del 2007.

En un mercado que factura anualmente 7 millones de dólares, Macson Amplifiers espera tener entre 300 y 400 mil de participación apostando al servicio y la calidad. “En el ambiente circula un slogan ‘Macson, es otra cosa’ y eso lo dicen hasta los que no lo compran”, afirma gratificado Marcelo Augusto.

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