Todo comienza por la atención
Todo comienza por la atención
Mucho se habla de la importancia de la atención. Pero, de hecho ¿cómo se hace para tratar bien al cliente y convertirlo en un consumidor frecuente de su tienda?
Estar preparado para vender es un proceso que se inicia cuando el cliente pisa la entrada de la tienda. Este es el momento en que se crea una amistad, en que nace una historia entre el proveedor y el consumidor.
Se dice por ahí que lo que se vende es lo más barato. No estoy de acuerdo con eso. No es ningún secreto que distintas fuentes de información muestran lo contrario: no es el precio lo que vuelve fiel al cliente sino la forma de tratamiento que recibe del vendedor.
La atención es obligatoria, es lo mínimo que el cliente debe recibir del vendedor cuando entra en la tienda. Pero la forma de tratamiento es lo que hace la diferencia, es la herramienta que va a aumentar significativamente su cartera de clientes.
Factor demostración
Todo vendedor debe saber todo sobre el producto y no solamente lo básico. El producto debe ser demostrado de todas las formas posibles, relacionado a uno o más equipamientos. Sus recursos y herramientas se deben mostrar de forma tal de convencer al consumidor de que él realmente necesita ese producto — y claro, otros también.
Eso depende directamente de la demostración del producto. La tienda debe estar bien equipada y ofrecer a los vendedores recursos para ello. Incluso si la venta no se concretara en aquel instante, el cliente irá a su casa con la idea en la mente y volverá a la tienda para realizar el negocio con la certeza de lo que quiere, o bien se lo recomendará a alguien. La semilla ha sido plantada gracias al tratamiento direccionado al cliente.
Estar preparado
Existen situaciones como aquella en la que el cliente entra en la tienda para comprar un micrófono y no sabe que modelo va a resolver su problema. Es en ese momento que el vendedor entra con sus conocimientos técnicos y sus argumentos convincentes para mostrar al cliente que puede obtener un producto que esté dentro de su presupuesto y atienda sus necesidades con óptimos resultados.
Estar preparado profesionalmente no significa solamente aceptar un puesto en una tienda para trabajar en ventas y aventurarse como vendedor. Trabajar en ventas es un arte, y todos los que practican esa profesión deben desempeñarla con amor, y no sólo por dinero. De lo contrario, los frutos recogidos en la relación entre vendedor y cliente no durarán. La preparación es todo en la vida de un profesional, independientemente de la actividad.
Aumentar significativamente la comisión de ventas depende del vendedor y no del producto. Pero, la pregunta sería: “¿Cómo se hace eso?” Responder a ese cuestionamiento no es tan difícil. Sin embargo, todo el proceso deberá ser practicado por todos, desde el vendedor hasta el gerente.
Los procedimientos deben ser rigurosos en su ejecución y seguidos de cerca por los gerentes y propietarios de las tiendas. Los resultados se recogerán de acuerdo con la frecuencia practicada. Algunos consejos pueden lograr que la tienda cambie de la noche a la mañana y mucho de esto depende de su equipo de vendedores. Observe lo siguiente:
¿Es así de simple?
En realidad, no. Cada departamento de la tienda debe tener vendedores calificados en el sector en que trabajan — iluminación, audio profesional, audio digital, softwares, instrumentos de cuerdas, de percusión, de viento, etc. Especializarse en el sector de productos en que trabaja es el primer paso para tener soluciones y argumentos de ventas.
Convertirse en un especialista, sin embargo, exige una preparación, para que los vendedores puedan ofrecer soluciones variadas para cada situación. Descubrir junto al cliente cuales son sus verdaderas necesidades sólo es posible con una charla descontracturada e informal, tomando un café o bien agua. No se olvide que cuando el cliente entra a la tienda para comprar un producto, ya tiene en mente que todo vendedor quiere empujarlo hacia otros artículos .
Para el consumidor, el vendedor quiere vender cueste lo que cueste. No se debe generalizar, y claro, pero ese porcentaje es muy alto hoy en día. Estar preparado para vender depende de dos factores importantes:
1º) Saber lo que el cliente realmente necesita y ofrecerle primero un excelente tratamiento.
2º) Saber exactamente como funciona cada producto por separado o bien en relación a otros equipos, proporcionando al cliente un test drive en la tienda.
LECCION 1 – Salude siempre con una sonrisa
Cuando el cliente entre a la tienda, abórdelo con el siguiente argumento:
a) Saludo inicial: “Buen día”, “Buenas tardes” o “Buenas noches”.
b) Al iniciar el contacto: “¿Cuál es su nombre?” Recuerde que a las personas les gusta ser llamadas por su nombre o sobrenombre. Si al preguntar “¿En qué le puedo ayudar?”, responde “En nada, gracias, estoy solamente mirando”, ya es un indicio de venta difícil y exige atención redoblada.
A partir del momento en que el cliente es abordado con una sonrisa y llamado por su nombre, se construye una relación entre él y el vendedor.
LECCION 2 – Interactúe con el cliente
Es muy importante interactuar con el cliente antes incluso de hablar sobre algún producto. Ofrézcale café, agua, para descubrir lo que busca o necesita. Transforme el comienzo de la venta en una charla informal. Seguramente, el cliente se va a sentir más a gusto.
Pregúntese si usted quiere vender una vez o para siempre. En el momento en que el vendedor descubre lo que el cliente realmente desea y necesita es cuando se inicia la venta, pues ya sabrá la mejor forma de abordarlo.
E, incluso, si el cliente no compra nada de su departamento o de su tienda, quedará con una buena imagen del vendedor. Si él necesitara algo de su departamento o supiera de alguien que lo necesitare, seguramente lo recomendará debido al buen tratamiento recibido.