Gestión
¿Hasta que monto soporta pagar su facturación?
¿Hasta que monto soporta pagar su facturación? ¿Cuáles son las señales de alerta
En 1911, las autoridades británicas aprobaron una ley destinada a salvar la vida de los mineros del carbón. En cada mina deberían ser colocados dos canarios. ¿Para qué? En caso de incendio, el equipo de rescate descendería con esos pájaros, que son sensibles a los gases venenosos, como el monóxido de carbono. Si el aire estuviese contaminado, los canarios mostrarían señales de angustia, hasta incluso caer desmayados. Ese primer aviso sería vital. El monóxido de carbono es un gas incoloro e inodoro, que mata impidiendo que los glóbulos rojos transporten el oxígeno por el cuerpo. Si no se les avisase del peligro, los miembros de los equipos de rescate podrían desmayarse y morir, sin percibir ese envenenamiento.
Al observar las prácticas de algunos comerciantes, notamos que enfrentan una situación comparable a la de los mineros. ¿Cómo ocurre esto? Pues bien, cuando vemos que se endeudan en base a su facturación, concluimos que están adentrándose en territorio peligroso, permeado de trampas sutiles y envueltos en instrumentos crediticios muy atractivos y con un riesgo difícil de medir si uno es sólo un gestor incipiente.
Nuestra analogía nos lleva a concluir que para algunas situaciones de negocios, el confiar solamente en nuestros sentidos — feeling y empirismo — no es suficiente para discernir el impacto de hacer un uso regular y progresivo de instrumentos tales como cuentas garantizadas, anticipación de recibos, líneas de capital de giro, descuentos de gastos promisorios, financiamientos para la adquisición de bienes durables, etc. Generalmente, el impacto de esos instrumentos sólo se percibe cuando ya posee una representatividad porcentual de la facturación, muy superior a la que el comerciante conseguirá honrar.
El principal motivo que nos lleva al compromiso
Antes de presentar el nivel máximo que el pasivo operacional puede representar en la facturación, es importante recordar porqué muchos comerciantes buscan esos instrumentos crediticios para suplir la necesidad de sus operaciones.
Desde septiembre del año pasado, el nivel de facturación ha oscilado de manera significativa en todos los segmentos — inclusive en el segmento de instrumentos musicales. La caída en la facturación en las tiendas de pequeño y mediano porte tiene algunas consecuencias claras, y de difícil recuperación. Por lo general, un comerciante de pequeño y mediano porte no tiene un stock pago. Ese activo operacional es financiado en plazos por los proveedores. Entonces, cuando el ingreso es menor de lo previsto —en tiempos recientes, en función de la economía externa y sus reflejos— se da inicio al proceso de pactar nuevamente esos plazos con los proveedores, incumplimiento de las cuotas y captación de los recursos para costear los gastos operacionales fijos.
Hasta qué nivel puede usted comprometer su facturación
Lo más importante a observar es que en el momento en que el comerciante está contratando ese pasivo de cortísimo plazo — hasta 12 meses —, la única correlación establecida es la que existe entre el valor de la operación de crédito y el monto de la facturación. Invariablemente, el comerciante cree que, comparando ambos valores, facturación versus pasivo contratado, conseguirá concluir si posee la capacidad de pago para honrar tales compromisos.
Ya que ese comerciante no puede usar el valor de la facturación como parámetro para asumir tales compromisos, ¿qué debería entonces utilizar? Estimado comerciante, grábese bien esta frase: “La deuda no se paga con la facturación, ¡se paga con la ganancia!”
Vamos a ilustrar esa situación: su tienda posee una facturación mensual promedio de $ 300.000,00 y a lo largo de tres años contrajo una serie de financiamientos que totalizan $ 500 mil. Ese valor está compuesto por diversas líneas de crédito. ¿Qué condición necesitará tener la facturación de esa tienda para que su dueño consiga realizar las amortizaciones necesarias para pagar esa deuda?
La condición esencial es que esa facturación produzca un beneficio líquido satisfactorio. Por ejemplo, si tuviésemos un 3% de beneficio líquido, o sea, $ 9 mil y la tasa efectiva, que representa el costo de esa deuda, fuera de un 2% por mes, solamente de intereses tendríamos $ 10 mil por mes. Para ese escenario, no conseguiremos pagar esa deuda nunca, o sea, el beneficio líquido producido no es suficiente ni siquiera para los intereses, por lo tanto, no habrá amortización.
¡Muchos son los comerciantes que se encuentran en una situación similar! Ahora, debemos volver al ejemplo de los mineros del carbón que usamos en el inicio de este artículo. El comerciante que contrajo ese pasivo de $ 500 mil no se dio cuenta de la gravedad del problema a medida que iba descendiendo a ese nivel de compromiso. Como no tuvo consigo ningún canario — poderosas herramientas de gestión — no consiguió darse cuenta de cuan comprometida estaba la salud financiera de su empresa. Sea usted un experimentado comerciante, que ya atravesó muchas crisis, o un joven y dinámico empresario, no subestime los riesgos del endeudamiento con base en su facturación, pues los efectos pueden ser letales.
Es cada vez más común encontrar comerciantes que buscan un segundo o tercer Registro Nacional de las Personas Jurídicas como solución a su elevado nivel de compromiso financiero. Nos cabe destacar que esa visión es ¡absolutamente torpe!
El intercambio de Registro para los incautos es solamente una nueva oportunidad para repetir errores del pasado. Incluso, los más sabios, antes de crear un nuevo Registro, evaluarán la efectividad de sus prácticas de gestión, las formas de financiación de su capital de giro y el nivel de rentabilidad con el que pretenden operar. ¡Las crisis intensifican la ‘selección natural’ de los emprendedores! Por eso, evalúe si el nivel de compromiso de su negocio es o no reversible.
Como indicador, sugiero la siguiente referencia: si la suma de las deudas de su tienda fuese superior al doble de su facturación mensual, difícilmente va a conseguir pagar sus deudas. ¡Lo afirmo con una precisión matemática! Para revalidar ese axioma, compare cual fue la rentabilidad promedio de los últimos 36 meses con el monto de sus deudas.
Si el porcentaje de beneficio líquido de los últimos 36 meses es inferior al 20% y su deuda superior al doble de su facturación, usted no conseguirá pagar las deudas de su negocio y convertirlo en económicamente viable y financieramente saludable. En mis últimos artículos, hice esfuerzos ingentes para concientizar a los comerciantes acerca de la importancia de cuidar de los fundamentos de su negocio: capital de giro, gastos fijos, presupuesto empresarial, modelos de precificación, capacidad de pago y, por fin, nivel de endeudamiento. A partir de ahora, los artículos presentarán una serie de consejos y técnicas de gestión. ¡Y así, nuestro foco será la valorización y la capitalización de su negocio! ¡Les deseo mucho éxito!